Enrique Toledo | Opinión
Manolys García Cabello y su jefa de servicios, Rosieva Salgar, fueron puestas en libertad desde el viernes en horas de la madrugada. Bastó una llamada del Dios...todopoderoso para que tanto el CICPC como la fiscalía dieran marcha atrás en la investigación que ya estaba en marcha contra las altas funcionarias por el presunto delito de extorsión y matraqueo en el registro público de la ciudad de Lechería, en Venezuela.
Demoró unas horas porque el Dios...todopoderoso no quería responder a la cantidad de mensajes que le había mandado el protector y candidato Fiodar Acosta quien lucía desesperado e impotente para resolver el hoy denominado caso "las primitas". Lo cierto es que es admirable la velocidad con la cual la gente de la policía científica, así como la del Ministerio Público han resuelto este caso. La ley es dura pero es la ley..., dirían los juristas.
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