Yacsy Álvarez, una venezolana aparentemente tranquila e ingenua, sorprendió a su círculo de amigos cuando el chavismo la acusó de ser una de las jefas de la operación Gedeón, que pretendía derrocar al régimen venezolano. Sus últimos años fueron muy discretos, llenos de secretismos. Tuvo un alto cargo en la empresa pública Venoco aunque se vendía como opositora radical. Pero la sorpresa fue mayúscula con su reciente detención en Colombia: Yacsy podría ser, en realidad, una espía de Nicolás Maduro que delataba a los conspiradores y que ayudó a la detención de los sublevados en el golpe contra Maduro
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