EL PUBLIQUE

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Ministro de Petróleo de Guinea Ecuatorial en el centro de acusaciones de corrupción

Gabriel Mbega Obiang Lima

Por Delfin Mocache Massoko (Diario Rombe), Antonio Baquero (OCCRP), Micael Pereira (Expresso), Flora Alexandrou (OCCRP), Linda van der Pol, Mark Anderson (OCCRP) y Stelios Orphanides (OCCRP)

occrp.org

Durante años, Juan Tomás Ávila Laurel fue conocido por ser uno de los activistas contrarios al Gobierno que permanecía en Guinea Ecuatorial, a pesar de décadas de represión y corrupción.

En el 2011, este premiado escritor ya tuvo bastante. Mientras las primaveras árabes derribaban regímenes autocráticos por todo Oriente Próximo y Norte de África, él inició una huelga de hambre, con la esperanza de desencadenar una oleada de reformas en su país.

No funcionó. Según Ávila Laurel, el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, de 78 años, y su familia han empleado los beneficios generados por la industria petrolera del país para asegurar y mantener casi inquebrantable el poder de la dictadura más longeva de África.

“El dinero del petróleo ha servido a algunos o a muchos para enriquecerse… pero el beneficio personal no contribuye al desarrollo de ninguna comunidad”, dijo Ávila Laurel en una reciente entrevista en España, donde se instaló tras ser “acosado” por su huelga de hambre.

“Lo más probable es que el dinero del petróleo se acabe sin que los guineanos obtengan ningún beneficio”.

Ahora, un equipo de periodistas ha descubierto una nueva veta de corrupción en la cleptocracia de Guinea Ecuatorial a través de una red internacional de empresas y activos relacionados con uno de los hijos de Obiang, el ministro de Petróleo, Gabriel Mbega Obiang Lima.

Los periodistas descubrieron pruebas de que el ministro ha utilizado su poderosa posición para presuntamente extorsionar a empresarios y desviar millones de euros de dinero estatal de un proyecto de construcción. Una querella criminal presentada por una persona con conocimiento de la implicación de la empresa en esta presunta trama, la sociedad Armando Cunha, obtenida por la revista portuguesa Expresso, medio socio de OCCRP, sostiene que esos fondos acabaron en compañías y cuentas offshore controladas por socios de Obiang Lima.

Diversas fuentes han informado a Expresso que la policía portuguesa realizó el pasado 17 de diciembre registros en la sede central en Lisboa de Armando Cunha. La policía portuguesa no ha respondido a la petición de comentarios sobre esos registros.

La sociedad Armando Cunha ha afirmado a través de un bufete de abogados que la compañía realizó sus operaciones en el extranjero “de una manera regular y legal” y negó todas las acusaciones de corrupción. La compañía no respondió a posteriores cuestiones sobre los registros realizados por la policía.

El petróleo podría haber sido una bendición más que una maldición para Guinea Ecuatorial, un país formado por una isla cubierta de jungla y una franja de la costa de África Occidental. Las grandes petroleras se apresuraron a explotar las reservas localizadas a finales de los 90 en las aguas territoriales, generando miles de millones de dólares de ingresos para el Gobierno.

Pero muy poco de ese dinero alcanzó a la población, y fue destinado en cambio a proyectos faraónicos, como acoger la copa de África del 2015 en plena epidemia de ébola en África Occidental, o, con motivo de la cumbre de la Unión Africana, construir un complejo donde había una mansión para cada jefe de Estado.

Hoy Guinea Ecuatorial tiene uno de los mayores PIB per cápita en África, pero muy pocos de sus habitantes tienen acceso a una educación o una sanidad dignas de ese nombre y numerosas viviendas en la capital aún carecen de acceso a agua potable.

“Cuando llegó el petróleo, tuvo esa entrada de millones y millones de dólares y la llegada de las compañías petroleras y de gas deseosas de sobornar a los gobernantes para tener acceso a esa producción”, dijo Tutu Alicante, un abogado de derechos humanos y fundados de la oenegé dedicada a Guinea Ecuatorial EG Justice.

“Así que pasamos de ser un pequeño país corrupto a ser una nación muy muy corrupta, un país que ahora se define por lo corruptos que somos”, añadió.

Ávila Laurel dijo al OCCRP que tiene pocas esperanzas de que en los próximos tiempos mejore la situación de su país natal.

“El petróleo le ha servido a Obiang para recompensar a los guineanos que le son leales. Obiang sabe que quienes tiene alrededor son ladrones”, dice en referencia al hijo del dictador. “El petróleo te permite comprar a la gente o hacer que la gente se sienta comprada”.

Obiang Lima leyó, pero no ha respondido a la petición de comentarios que le han enviado los reporteros.

Crédito: Edin Pasovic/OCCRP


Bienvenidos al Grand Hotel Malabo

En el 2010, mientras la producción de petróleo de Guinea Ecuatorial crecía, Obiang Lima firmó un contrato para crear una instalación para el Instituto Tecnológico Nacional de Hidrocarburos de Guinea Ecuatorial, donde debe formarse a estudiantes de toda África en oficios de la industria petrolera.

El edificio debía costar más de 60 millones de euros (87 millones de dólares) y tenía que estar instalado en Malabo, la capital del país, según un documento obtenido por Expresso.

Pero en el 2012, la localización se cambió a Mongomo -la localidad de la Guinea continental donde nació el padre de Obiang Lima- y el coste para el Estado subió hasta los 107 millones de euros. Como comparación, el total del presupuesto de Guinea Ecuatorial para educación en el año 2020 ha sido de poco más de 91 millones de euros.

Hoy el instituto consta de un moderno edificio con espacios abiertos, aulas, un auditorio, pistas de tenis, así como viviendas tanto para los profesores como para los estudiantes.

Pero documentos obtenidos por el OCCRP y sus socios sugieren que buena parte de ese aumento de presupuesto acabó llenando los bolsillos de Obiang Lima.

La querella criminal presentada en Portugal afirma que Armando Cunha pagó más de 10 millones de euros a siete compañías que parecen estar controladas por el ministro y sus socios, incluyendo la sociedad basada en Chipre Gabangare Holdings Limited y varias de sus subsidiarias.

La querella sostiene que el dinero, descrito como pago por servicios de consultoría, fue entonces enviado a cuentas en Chipre, Países Bajos y España, entre otros países.

Crédito: Edin Pasovic/OCCRP

“Estos fondos, más allá de la descripción en las facturas, no son más que el pago de cuotas/sobornos”, señala.

Facturas, registros bancarios y contratos analizados por el OCCRP y sus socios confirman que Armando Cunha pagó a estas compañías casi 7 millones de euros de los 10 millones que le facturaron. Los documentos no muestran si la compañía constructora portuguesa pagó los más de 3,4 millones de euros que Gabangare le solicitó.

La constructora Armando Cunha también aceptó realizar trabajos por valor de más de 23 millones de euros en Guinea Ecuatorial como parte del trato. Entre ellos, destacan los trabajos de renovación y construcción por valor de 11,3 millones de euros realizados en El Grand Hotel Malabo –también conocido como hotel Cotton Tree o Hotel Eureka (o Ureka), que tiene varios vínculos con Obiang Lima.

ACSA, subsidiaria de Burilda Consultancy Limited, la empresa conjunta de Armando Cunha con Gabangare, afirmó en sus cuentas que realizó trabajos por más de 9 millones de euros en el hotel entre 2011 y 2013.

Los vínculos de Obiang Lima’s con el Grand Hotel Malabo

Dos compañías sostienen ser propietarias del Grand Hotel Malabo. Evidencias recopiladas por los periodistas indican que Obiang Lima está detrás de ambas sociedades.

Primero, el ministro de Petróleo de Guinea Ecuatorial era el administrador de Grupo Molsa, la compañía ecuatoguineana que sostiene ser propietaria del hotel, y actuó como su representante en al menos dos ocasiones.

Fuentes que han hablado con OCCRP bajo condición de anonimato señalan que Obiang Lima es también el beneficiario de Gabangare, que también sostiene ser propietaria del hotel. El director de Gabangare es uno de los socios del ministro y esa sociedad es a su vez propiedad de una firma registrada en Belice, una jurisdicción opaca donde no se informa la propiedad..

Los reporteros han intentado encontrar documentación quién es el propietario de esas compañías, pero se vieron obstaculizados por las difíciles condiciones para el ejercicio del periodismo en Guinea Ecuatorial y la falta de transparencia en Belice.

Un abogado de Armando Cunha negó que la compañía haya estado involucrada en ninguna práctica corrupta y acusó de cualquier reclamación a un socio descontento con el que mantiene una disputa legal.

“Debido a que hay casos judiciales pendientes no se harán declaraciones, pero destacamos que toda la actividad de la empresa se ha realizado de manera regular y lícita y sus cuentas han sido aprobadas y auditadas reiteradamente por una entidad externa”, dijo en la declaración enviada por el abogado.

El experto anticorrupción Lucas Oló afirmó que Grupo Molsa y otras compañías vinculadas a Obiang Lima suelen ganar dinero alquilando viviendas a las compañías petroleras extranjeras o incluso al Gobierno.

“A fin de cuentas, recuperan el dinero de cualquier manera”, dijo Oló. “Normalmente les cobran mucho dinero, por encima del mercado de alquiler de viviendas. Algunas compañías no se preocupan mucho de ese coste porque se lo pueden volver a cargar al ministerio”.

Hacia Países Bajos

Los reporteros han identificado a varios importantes actores en la red de Obiang Lima.

Entre ellos están Nj Ayuk, CEO del despacho de abogados Centurion Law Group; Nicolaos Neocleous, director de su sociedad registrada en Chipre, Gabangare Holdings Limited; y un ciudadano de Países Bajos llamado Donald Frank van der Horn van den Bos, que aparece como director en varias sociedades implicadas en el acuerdo del instituto de hidrocarburos.

El significado de un nombre

Los nombres realmente importan en Guinea Ecuatorial. Ávila Laurel recuerda como los colonizadores españoles cambiaron los nombres de los habitantes de la pequeña isla de Annobon por nombres de santos católicos.

También parecen importar mucho para Obiang Lima y su socio neerlandés, Van de Bos.

“Gabangare,” el nombre del holding del ministro, parece derivar de los nombres de sus tres hijos, Gabriel Jr., Angelita y Arelis, dice Oló, que cita artículos de prensa. Hasta mediados del 2008, cuando Arelis nació, el nombre de la compañía era simplemente Gabang Holding Limited.

Van den Bos parece haber seguido el mismo modelo, bautizando una de sus compañías como Flojust Holding B.V., por sus dos hijos: Flo y Justus.

No está claro como Van den Bos, un asesor fiscal de 60 años, conoció al hijo del presidente de Guinea Ecuatorial, pese a que los dos parecen compartir tanto numerosas aficiones, así como lucrativos vínculos empresariales.

Dos personas conocedoras de Gabangare, que han pedido no ser identificadas, describen al neerlandés como “la mano derecha” de Obiang Lima, que transmite sus instrucciones a los directores y responsables de las compañías.

“Arriba del todo estaba Donald [Van der Horn van den Bos],” dijo uno de ellos a OCCRP, “lo que significa que [era] Donald quien estaba en contacto con Gabriel [Obiang Lima]”.

El neerlandés vive en Son Gual, Mallorca, donde su compañía Patapouf S. L. está registrada.

Patapouf y Bellezzavecchio S.A., una sociedad inmobiliaria donde ejerció como director, recibieron pagos de Armando Cunha por consultoría 4,65 millones de euros entre 2013 y 2016. Otra de sus compañías, Flojust Holding B.V., también facturó a la constructora portuguesa más de 400.000 euros entre 2011 y 2013.

Van der Horn van den Bos no ha respondido a las peticiones de comentarios.

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