EL PUBLIQUE

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Aruba, una isla bajo el estigma de la corrupción en donde los malos quieren volver a gobernar


Por Emma Sandoval

Nelson Oduber fue primer ministro de Aruba, en una primera ocasión entre los años 1989 y 1994 y luego entre 2001 y 2009. Miembro del partido socialdemócrata Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), su periodo 2001-2009 se caracterizó por señalamientos de corrupción en su Gobierno, una creciente inseguridad en Aruba, alto costo de la vida, inflación, aumento del desempleo, caída del turismo -principal fuente de ingresos de la isla- y el desproporcionado aumento de delitos comunes, particularmente de homicidios.


En el mismo periodo se incremento el gasto público y la burocracia. El exprimer ministro Oduber fue vinculado a cuestionados individuos de mala reputación, entre ellos presuntos estafadores inmobiliarios, blanqueadores de capitales y otros de peor calaña.

Tampoco fue un hecho aislado el aumento en el consumo, tráfico e ingreso de drogas a Aruba, gracias a las deficientes políticas de seguridad.

Oduber fue sucedido en el cargo por Michiel Godfried "Mike" Eman, miembro del demócrata cristiano Partido del Pueblo Arubano (AVP), quien ocupó el cargo de primer ministro entre los años 2009 y 2017.

Michiel Godfried "Mike" Eman

Su llegada al poder géneró muchas expectativas por haber nacido en la isla, ser un católico practicante, además de por su carisma y contacto con el pueblo.

No obstante, el Gobierno de Eman no fue en muchos aspectos muy diferente al de su predecesor, pues estuvo marcado también por graves hechos de corrupción, violaciones de derechos humanos y detenciones arbitrarias que motivaron denuncias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En su administración se incrementaron los abusos policiales y el tráfico de droga. El desempleo alcanzó cifras inimaginables, se reportaron denuncias de persecución y extorsión a migrantes, corrupción policial, y respeto a la meritocracia en los órganos del Estado, pues se designaron en cargos, por razones estrictamente políticas, a personas sin la preparación necesaria. Todo fue un caldo de cultivo para el incremento en los niveles de inseguridad.

El Gobierno de Eman le abrió las puertas a las inversiones estatales petroleras venezolanas en Aruba, que llegaron con la representación del venezolano Nelson Martínez, quien se encargaría de la refinería de la isla en su calidad de presidente de la petrolera CITGO, así como a familiares de Martínez, encargados de contratar la operación de la refinería. Pese a su tendencia ideológica de derecha, se trato de una oportunidad que le abriría una vez más las puertas de Aruba al chavismo.

En 2017 el partido político MEP regresó al poder con elección de Evelyna Christina "Evelyn" Wever-Croes como primera ministra. Wever-Croes es sobrina del desaparecido Gilberto François "Betico" Croes, quien  propuso la separación de Aruba de las Antillas Neerlandesas y es considerado como el Libertador de Aruba.

"Evelyn" Wever-Croes

La primera ministra tampoco supo gobernar con mano firme y parte de su tren de Gobierno se vio implicado también en hechos de corrupción graves. Esto condujo a que Wever-Croes tuviera que renunciar para convocar a elecciones adelantadas y evitar políticamente males peores.

Las circunstancias de crisis política actual le han abierto nuevamente una posibilidad al exprimer ministro "Mike" Eman de regresar al poder triunfante después de haber tenido un mal Gobierno, igual o peor que el actual.

Eman contaba en su gabinete con el ministro de turismo Otmar Oduber, quien se aseguraba servía de enlace con capitales venezolanos vinculados al chavismo, quiénes abrieron cuentas e invirtieron en propiedades en Aruba, que todavía se mantendrían. Fue a través del ministro Oduber que Eman logró realizar diferentes intercambios y convenios con Venezuela.

Las crecientes relaciones con Venezuela sirvieron de escenario entonces para actividades ilícitas, como el narcotráfico, tráfico de oro y blanqueo de capitales.

Glenbert Croes

La aparición de funcionarios arubeños junto a personajes de mala reputación se ha vuelto algo común. En 2014 fue noticia una fotografía en la que aparecían Glenbert Croes, Dino Delano Bouterse y el venezolano Valentín Santana, líder del colectivo “La Piedrita”, un grupo fundado en Caracas, caracterizado por su defensa del chavismo. Glenbert Croes fue ministro de Asuntos Sociales y Trabajo de Aruba, mientras que Dino Bouterse, nacido en Países Bajos, es un criminal hijo de Desi Bouterse, el duodécimo presidente de Surinam.

De izquierda a derecha: Glenbert Croes, Valentín Santana y Dino Bouterse junto a otras personas no identificadas

En 1994, Dino fue sospechoso de la desaparición de tres narcotraficantes brasileños. Junto con Marcel Zeeuw, Dino fue arrestado y pasó cerca de cinco meses en la cárcel. Pero cuando el caso llegó al tribunal, el principal testigo retiró su testimonio. Dino fue absuelto.

En 2002, Dino fue sospechoso del robo de veinte rifles AK 47 y 51 pistolas del almacenamiento de la Central de Inteligencia y Seguridad del Departamento de Surinam. Fue buscado por diez meses, antes de ser arrestado el 12 de junio de 2003 en el aeropuerto de Curazao con un falso pasaporte holandés. Después de tener el demandante Jochem Brunings una conversación con Irvin Kanhai, el abogado de Dino, retiró su declaración inculpatoria y Dino fue absuelto por falta de evidencia.

En 2005, Dino fue condenado a ocho años de prisión por narcotráfico internacional y tráfico de armas. Él apeló la decisión del tribunal. De los ocho años, Dino pasó solo cinco en prisión.

El 28 de agosto de 2013 Dino Bouterse fue detenido en Panamá por la policía de Estados Unidos, en el marco de una operación contra el tráfico de armas. En marzo de 2015 fue condenado en Nueva York a 16 años y tres meses de prisión.

Al igual que su padre Dino es un exmilitar. Aunque no llegó a terminar la formación de sargento, Dino ostentó el rango. Su padre era jefe del ejército de Surinam en ese momento y se asume que la influencia de su padre tuvo un papel en el nombramiento de Dino.

Poco después de que Desi Bouterse fuese elegido presidente de Surinam, designó a su hijo Dino como líder de la fuertemente armada Counter Terror Unit (CTU), una organización controversial con estatuto militar y policial, que, según el presidente Bouterse, tiene como objetivo luchar contra el terrorismo en el país. En una rueda de prensa en diciembre de 2010, el presidente Bouterse respondió a un periodista, que preguntó por qué Dino fue, a pesar de su condena, nombrado como jefe de la CTU, con las siguientes palabras: "En la CTU los mejores son colocados y mi hijo está entre los mejores". "Él dirige la CTU y ninguna ley ha sido violada". El nombramiento de Dino generalmente fue considerado polémico. Freddy Kruisland, un famoso abogado de Surinam, dijo que Dino Bouterse debía ser condenado porque amenazaba la seguridad nacional. "Entonces él no puede ser designado en esa posición", dijo Kruisland. Según Melvin Linscheer, director general de la Seguridad Nacional de la oficina del Presidente, Dino era responsable de los asuntos logísticos de la CTU y no participaba en las operaciones de esta.


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