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En Venezuela la confrontación por cuotas de poder políticas entre partidarios chavistas tiene como terreno de batalla al estado Anzoátegui


Por Enrique Toledo | Opinión

Como siempre sucede en un año electoral, se desatan los demonios por los llamados repartos de cuotas de poder en el oficialismo como en la oposición, trayendo como consecuencia las designaciones a dedo de los distintos candidatos, bajo el argumento que una elección interna causaría divisiones o fracturas y que dejaría heridas abiertas que pudieran poner en peligro la definición por el cargo. Esto es lo que argumentan las "autoridades nacionales" de los distintos partidos simplemente para repartirse la torta electoral en función de sus intereses personales.

En el caso que nos compete vamos a analizar lo que se estaría tramando aguas adentro en el sector oficialista para el reparto de este pastel llamado Anzoátegui.

Empecemos por la candidatura a la gobernación y los 4 municipios del llamado corredor electoral:

Para la gobernación hay supuestamente dos sectores en pugna, por un lado el grupo de Diosdado Cabello, que aspira imponer a Daniel Haro (actual alcalde de Cantaura) quien aparece en los sondeos de opinión en tercer lugar, y por otro lado el sector de Nicolás Maduro Jr., que tendría el propósito de colocar a un advenedizo como Luis José Marcano, cuyo único mérito fue haber sido lanzado en un paracaídas y aterrizar en la ciudad de Barcelona en el año 2.017, al frente de Corpoanzoátegui, donde su desempeño como gerente ha dejado mucho que desear.

¿Es que acaso no hay en el estado Anzoátegui otras figuras con más capacidad de gerencia y liderazgo? Ahí están otros nombres a considerar como Nelson Moreno o Earle Herrera, solo por citar dos dirigentes con liderazgos propios ganados a fuerza de trabajo y constancia. Sería bueno que la militancia del partido fuera consultada, bien sea por una elección de base o a través de las estructuras del partido, anexando una variable que podría ser la de algunos sondeos de opinión.

En cuanto al corredor electoral, ¿por qué tendría que estar tratando de imponer Luis José Marcano en la ciudad de El Tigre al exalcalde Jesús Figueroa? ¿O por qué otro sector tendría que estar postulando a Douglas Saab? Cuando allí existen otros liderazgos como Lemark Gomez o Julio Quijada, que fácilmente derrotarían en una elección interna a otros posibles postulados.

En cuanto al municipio Anaco, ¿cómo el sector del joven Luis José Marcano pretendería imponer la línea de la novel dama Lianfran Figuera? ¿En base a qué quieren crear este liderazgo ficticio?

En cuanto a Puerto La Cruz, habría una disputa por ponerle nombre a ese pedazo del pastel, por un lado nuevamente el sector de Luis José Marcano tratando de vender a Katiusca Hosmi, como la salvación de la ciudad, ilusión que solo existe en sus sueños delirantes y por el otro un sector político queriendo imponer a una de sus fichas de nombre Pedro Contreras, como otrora se impuso a Maglio Ordoñez, el cual ostenta el primer lugar como peor gestión en Puerto La Cruz. ¿Dónde quedan los nombres de Julio Millán, Valentín Arismendi o la actual alcaldesa Herminia García, quien por estar en ejercicio del poder le correspondería la primera opción?

Por último, veamos la conjura que se está montando en el pedazo mas grande de la torta a repartir como lo es la ciudad de Barcelona, la joya de la corona, la mini gobernación.

Resulta que allí también aparecería, cual tentáculo de pulpo, el sector del "gerente" Luis Marcano, que habría jurado imponer de candidato a Jesús Marcano, actual mano derecha de Luis Marcano en Corpoanzoátegui, a quien si lo enfrentan en unas encuestas o elecciones internas llegaría detrás de la ambulancia. ¿Por qué dejan de lado liderazgos, como el de Francisco Ortiz, Pablo Cariaco o Guillermo Martínez? ¿Por qué no es tomada en cuenta la alcaldesa encargada Johanna Pérez?

Todas estas interrogantes deberían aclararlas las altas autoridades del partido rojo a su militancia y no seguir engañándolos con el discurso de que nadie debe aspirar a cargos, sino que deben esperar que la revolución designe a cada quien en el lugar que les corresponde, porque sino, no sería más que una burda repartición de cargos de las distintas corrientes que hacen vida dentro del llamado "chavismo". Es hora de llamar a las cosas por su nombre.


Las aseveraciones expuestas en este artículo son solo del autor y no representan de forma alguna afirmaciones u opiniones editoriales de El Publique



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