Por: Juan Carlos Buitrago Arias | Opinión
Las2Orillas
Incautados los computadores de Raúl Reyes el 1 de marzo de 2008, en el marco
de la Operación Fénix, Interpol validó y certificó la legitimidad y
autenticidad de su contenido; la Inteligencia Policial y la Policía Judicial
de la Dijín dentro de su competencia, adelantaron los programas metodológicos
de ley bajo la dirección de la Fiscalía General de la Nación, conllevando la
apertura de varios procesos judiciales, que no prosperaron, debido
fundamentalmente, a la decisión de la Corte Suprema de Justicia de declarar la
ilegalidad de las pruebas recaudadas, al considerarlas extraterritoriales.
En 2011, la Procuraduría adelantó una investigación disciplinaria magistral,
resultado de un análisis exhaustivo, técnico y verificado de los correos que
comprometían a la entonces senadora Piedad Córdoba y determinando que la
parlamentaria incurrió en faltas gravísimas, que sin duda alguna, era la misma
Teodora o Teodora de Bolívar, que se cruzaba comunicaciones con Daniel (Raúl
Reyes), y que era objeto de menciones recurrentes en los mensajes que
circulaban entre los integrantes del Secretariado de las Farc. También
concluyó, que la senadora actuó con dolo, conocimiento y voluntad para
promover y apoyar a las Farc, “soy patria o muerte, venceremos” escribía
Teodora, y de otro lado instigó al fraccionamiento nacional, mediante
estrategias de deslegitimación de las instituciones y de instigar a la
subversión y a la rebeldía.
La Procuraduría destituyó e inhabilitó a Piedad Córdoba por 18 años para
ocupar cargos públicos, fallo que fue tumbado por el Consejo de Estado en
2016, basado en la sentencia de la Corte de invalidez de los computadores como
prueba. Luego, una demanda contra el Estado interpuesta por la senadora,
obligó a su indemnización por una suma superior a los mil cuatrocientos
millones de pesos, decisión sobre la cual avanza una acción de repetición en
contra del exprocurador y actual embajador de Colombia ante la OEA, Dr.
Alejandro Ordoñez. ¡El mundo al revés!
La Operación Fénix develó el ADN de las Farc en sus 45 años de existencia. Más
de 42.000 archivos encriptados en 610 gigabytes que se transmitían por la web
a lo largo del mundo.
Raúl Reyes logró este nivel de sofisticación en las comunicaciones, gracias a
su recorrido por el mundo como ¨canciller¨ de las Farc. Instaló estaciones de
transmisión en Cuba, México, Venezuela y Ecuador, siendo alias Tania, la mujer
clave en el control de la mensajería electrónica, y un ingeniero ecuatoriano
el proveedor de equipos y software de punta para garantizar la seguridad de
las comunicaciones. Utilizaron técnicas avanzadas de encriptación, entre ellas
la denominada steganos, que oculta información en imágenes, sin embargo la
capacidad de informática forense de Interpol y de la Dijín, hizo que los datos
escondidos en estas fotografías, fueran descifrados, y la totalidad de la
información desencriptada, corroborando una vez más que la huella digital es
imborrable y que no hay delito que pueda ocultarse en las plataformas
electrónicas.
Dos mujeres son la “garganta profunda” de las Farc, poseedoras de los
secretos más guardados del otrora grupo terrorista. Tania, ubicada en
Caracas, manejaba la central de comunicaciones con el exterior y era la
primera receptora de los mensajes; al otro lado en las selvas de Putumayo y
Sucumbíos en Ecuador, estaba siempre Gloria, secretaria y radista de Raúl
Reyes, hoy en una zona de transición y quien ha sido manipulada para no
colaborar con la justicia, seguramente su vida está en peligro. Era la
responsable de recepcionar los mensajes, desencriptarlos, almacenarlos en
archivo word, organizarlos para la lectura de Raúl Reyes y retransmitirlos a
los demás integrantes del secretariado de las Farc. Su testimonio es crucial
en las investigaciones, ratificaría las tablas codificadas y descifradas por
las autoridades halladas en los dispositivos, así como las versiones del
exasesor de la exsenadora, Andrés Vásquez, del Ucraniano Viktor Tomnyuk
infiltrado en el frente 30 de las Farc y de varios desmovilizados. A esto se
suma, que idénticos correos han sido encontrados en cantidad de
computadores, USB y archivos electrónicos pertenecientes al Mono Jojoy y a
Alfonso Cano en el marco de las operaciones Sodoma y Odiseo.
La denominada farcpolítica quedó en los archivos muertos de la justicia,
sepultada en el coche fúnebre esculpido por la decisión de la Corte Suprema
de Justicia. Muchos deberían estar tras las rejas, algunos de los que están
vigentes en altas esferas de poder, que pontifican a diario sobre impunidad
y debilidad de la justicia y que hábilmente han pretendido lavar su imagen
abrigados en el acuerdo de La Habana. Los mismos que se confabularon con las
Farc y Hugo Chavez en el Caguán entorno a su plan estratégico para la toma
del poder y no hacia un acuerdo de paz; los mismos, que para el 2003 se
asociaron con las Farc para modificar su estrategia y contra atacar ante la
ofensiva de la Política de Seguridad Democrática. Aquí nace la conformación
de “los 12 apóstoles”, asesorados por El profesor, Toledo (fallecido) y
Teodora, que funcionaría en la clandestinidad como una “junta de gobierno”
de transición y de cara a la toma del poder.
Las evidencias están servidas, y lo que se conoce es solo la punta del
iceberg. Los protagonistas de la farcpolítica, fueron cómplices activos que
actuaron con dolo, conocimiento y voluntad, en alianza criminal con las Farc
y el régimen de Chavez y Maduro, orquestados para derrocar al gobierno del
presidente Álvaro Uribe, engañaron a la nación con el sofisma del
“intercambio humanitario” y utilizaron a los secuestrados como objeto para
catapultar a la dictadura venezolana, y sacar provecho político y económico,
sin importar el dolor y sufrimiento de las víctimas.
La JEP está en mora de abrir este caso, y la Comisión de la Verdad mal haría
en cerrar su informe definitivo sin contemplar esta abrumadora e irrefutable
evidencia. La justicia está en deuda con el país en el capítulo de la
farcpolítica.
LPNSN: Y es tiempo de develar, investigar y juzgar a quienes
hoy, activamente están en el juego de la elenopolítica. Algunos de los
cuales están y pretenden mantenerse en el Parlamento.
“Hubo una alianza criminal, una alianza de la exsenadora Piedad Córdoba y de otros personajes que están involucrados con el Régimen de Chávez, Maduro y las Farc, en contra de las víctimas y de la democracia colombiana”: @bg_buitrago en @LaNocheNTN24 por @NTN24 pic.twitter.com/xjgqciMTp8
— La Noche NTN24 (@LaNocheNTN24) February 16, 2022
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