EL PUBLIQUE

EL PUBLIQUE

Juan Carlos Buitrago: Seguridad humana, Ministerio de Seguridad, o Seguridad Democrática 2.0 | Colombia


Por: Juan Carlos Buitrago Arias | Opinión

Las2Orillas

La seguridad es valor supremo en toda sociedad, y como bien público de la nación, todo a su alrededor, incide física y emocionalmente en la vida de las comunidades, de las personas y de su entorno. Se ha politizado, ideologizado y manipulado como caballo de batalla con fines electorales; y si bien no le pertenece a un color político en particular, es claro que se ha posicionado, con altos dividendos, y más para bien que para mal, como patrimonio y bandera de movimientos partidistas de centro derecha y derecha. Para elegir en las próximas elecciones y si su voto depende de las propuestas que nos han ofrecido los políticos en materia de seguridad, le sugiero tener en cuenta las siguientes reflexiones:

Las elecciones que se avecinan son atípicas, no existe duda, evolucionan en un contexto excepcional marcado por la pandemia, la polarización, el aumento de la amenaza terrorista, una protesta social que se ha tornado violenta, y una transición post acuerdo de La Habana cuyo teflón no le ha alcanzado para resisitir todos los males que le atribuyen.

Y la mala noticia es que la batalla por aliviar el sentimiento de inseguridad de los ciudadanos sigue perdida. Así lo corroboran los indicadores que no bajan del 90 %, alcanzado cifras históricas del 93 % y 94 % en el último año; nunca antes visto, ni siquiera  la reducción de la criminalidad en un 13% ha sido suficiente para sopesar la intranquilidad y desconfianza que agobia al ciudadano. La sociedad reclama cambios abruptos en el mejoramiento de la seguridad, con indicadores de un dígito en las tasas de criminalidad y exige el fin de la violencia, del narcotráfico y del terrorismo. Pero aún no salimos de este ciclo interminable.

La reciente medición de Polimétrica, arroja una cifra sorprendente: quienes adujeron tener un pensamiento de izquierda, centro o derecha, coincidieron con los más altos porcentajes, sobre la necesidad de imponer la pena perpetua para algunos delitos, pero al tiempo el 41 % de los consultados, mayormente de izquierda y centro, desean que el próximo gobernante desaparezca el Esmad. ¡Una paradoja!, el Esmad ha sido satanizado politiquera e irresponsablemente. Empresarios, periodistas, estudiantes y líderes sociales que han vivido la experiencia que ofrece la Policía denominada “Policía por un Día”, han portado con orgullo el uniforme del Esmad constatando su profesionalismo.

El Estado en cabeza del Ejecutivo ha hecho esfuerzos inmensurables para fortalecer la seguridad, con avances significativos, pero hay que reconocerlo, son imperceptibles, efímeros, no trascienden de los titulares en medios, y el impacto en el ciudadano es casi nulo, poco contribuye a recobrar la tranquilidad y la confianza. El clima de inseguridad ha llegado al punto, que esta semana con motivo del paro armado del ELN, fue necesario revivir las caravanas de la seguridad para garantizar el transporte de carga por las principales vías del país, prácticamente regresando a escenarios de los 90. Ojalá no resuciten las pescas milagrosas.

Su voto es clave, y al momento de elegir, tenga en cuenta las ofertas de seguridad de los  candidatos y sus partidos, donde se identifican claramente dos líneas: la conservadora y la progresista. En esta última están el Pacto Histórico con su fórmula de “Seguridad Humana”, que incorpora el concepto de Naciones Unidas dentro de los objetivos del Milenio, y claro se apropia de él con ¿ánimo populista, asistencialista, dictatorial? y bajo la tesis, que hay inseguridad y violencia, porque hay hambre, pobreza, indigencia y drogadicción. La seguridad humana, acabará con el Esmad y sacará a la Policía Nacional del Ministerio de Defensa, no fumigará los cultivos ilícitos, legalizará las drogas; Venezuela, Cuba, Nicaragua y Rusia, serán sus aliados geoestratégicos, y otorgará amnistía a los integrantes del ELN, la segunda Marquetalia de Iván Márquez y a las disidencias de Gentil Duarte.

En una línea muy cercana a la Seguridad Humana, está la Coalición de la Esperanza, que ha dicho que la seguridad está ideologizada y se ha convertido en instrumento represor del Estado.  Proponen una reforma integral de la Policía que contemple su traslado a un nuevo Ministerio de Seguridad y Convivencia Ciudadana, reformará el Esmad, recuperará relaciones con Venezuela, no fumigarían los cultivos ilícitos, legalizarían las drogas  y dialogarían con el ELN.

En la posición conservadora, se ubican el Equipo Colombia y el Centro Democrático, los que más acogida tienen en las reservas de la Fuerza Pública; representan la continuidad y el fortalecimiento de la estrategia de seguridad del actual gobierno, en el marco de lo que sería una especie de Seguridad Democrática 2.0, se fortalecería el Esmad, mantendría congeladas las relaciones con Venezuela y un diálogo con el ELN estaría condicionado al cese del secuestro y de la violencia, no se legalizarían las drogas y continuaría la lucha por reactivar la fumigación de cultivos ilícitos.  En esta línea aún no se evidencian propuestas diametrales e innovadoras que conduzcan a un punto de ruptura trascedental en materia de seguridad.

Acaba de culminar en Bogotá La Semana de la Seguridad Ciudadana, organizada entre el Banco Interamericano de Desarrollo BID y la Policia Nacional; fue un escenario excepcional, en el que participó el director de la Policía de España, cuerpos de policía de 37 países y expertos internacionales. El tema central fue la transformación profesional de los Cuerpos de Policía, y aquí Colombia tuvo suficiente experiencia para compartir. Las conclusiones de foros como estos, deberían ser referente obligatorio para los candidatos y no la coyuntura polarizada y mediática que ha exacerbado conductas preocupantes de la condición humana.

Y finalmente, un asunto de mucho fondo: es importante que las reservas de la Fuerza Pública y sus familias, que perfectamente pueden movilizar hasta 5 millones de votos, le apuesten, a los líderes y movimientos políticos que han expresado el compromiso ineludible de proteger los derechos adquiridos de los soldados y policías de la patria, de sus familias y de las instituciones que representan la seguridad y defensa de la nación.

LPNSN: Y al momento de votar, no olvidar el voto castigo, para aquellos candidatos y partidos que han protagonizado episodios como “el coscorrón”, “hay que abolir el lema Dios y Patria”, “¿usted no sabe quién soy yo?”, “que salga la policía del recinto” y otros maltratos a la dignidad de los soldados y policías de la Patria.



Publicar un comentario

0 Comentarios