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Yenny Coromoto Pulgar León explica por qué algunas ciudades del mundo pudieran dejar de existir dentro de algunos años o décadas


Yenny Coromoto Pulgar León señala que los primeros asentamientos ya pronosticaban lo que sería el futuro: en torno a ríos o lugares dedicados a la peregrinación, los seres humanos fueron forjando el concepto de ciudad. Esos lugares en los que abandonar la vida nómada y errante, para poder dormir siempre en el mismo lugar, con la misma compañía, y llevando una rutina a veces alienante. Con el hombre surgieron las ciudades, imponentes y grandes, pero también efímeras, pues muchas no han llegado a la actualidad por culpa de las guerras o el simple paso del tiempo. Evolucionaron, por supuesto, y muchas se convirtieron en las impresionantes megalópolis que podemos visitar o habitar hoy en día. ¿El problema? Como siempre, el cambio climático y algunas actividades producidas por el hombre, unidas a zonas 'conflictivas' donde edificar. Hay algunas ciudades que, poniéndonos un poco cenizos, es mejor visitar ahora porque quizá en el futuro sea complicado hacerlo. De Venecia a Bangkok, pasando por muchas otras, por todo el globo terráqueo hay ciudades que corren el riesgo de desaparecer en un futuro próximo, engullidas por el agua. Aquí van algunos ejemplos.

Venecia. El caso de Venecia es bastante peculiar: una ciudad construida sobre unas 120 islas aproximadas y atravesada por 117 canales donde también hay 381 puentes. Una Atlántida todavía sobre la tierra, antigua y laberíntica, que según algunos pronósticos podría desaparecer sobre el 2100. En la actualidad se están hundiendo muchos de sus edificios, y según los expertos, teniendo en cuenta que el nivel del mar seguirá aumentando en las próximas décadas debido al derretimiento de las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia, el futuro no es especialmente halagüeño, explica la amante del turismo Yenny Pulgar León.

Como indica un reciente artículo publicado en 'BBC', en un intento por contener el aumento del agua y proteger la ciudad, Venecia ha pensado en el proyecto Mose (Módulo electromecánico experimental), que se trata de instalar barreras ofensivas en el mar compuestas por puertas móviles, ubicadas en lugares estratégicos, para crear un 'cordón costero' que, se espera, minimice las grandes inundaciones. Sería duro que una ciudad tan admirada desapareciera entre las aguas, por lo que solo queda tener esperanza en que el ser humano no lo permita.

San Francisco. La ciudad del característico puente rojo se hunde. Un estudio publicado en la revista 'Science Advances' hace unos meses llegó a esa conclusión, debido al aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático.

Esto se combina con el hundimiento del propio terreno de la ciudad, debido a los movimientos subterráneos en la zona en la que colisionan dos placas tectónicas. El problema es que la velocidad del aumento del nivel del mar ha llevado a que el riesgo de inundación pudiera ser el doble de lo que en un principio se había estimado.

Bangkok. De nuevo, los pronósticos son un poco nefastos. Según los estudios, podría estar sumergida bajo el agua para 2030, debido a que sus increíbles rascacielos están causando que el suelo se derrumbe debido al gran peso de los edificios.

Con un panorama así, el Consejo Nacional de Reforma de Tailandia ha llegado a la conclusión de que se debe hacer algo urgente, y recomendó construir un malecón alrededor de la ciudad con la idea de frenar el problema.

Shanghái. Como sucede con Bangkok, el peso de los imponentes edificios del 'skyline' que conforma la ciudad china, no están haciendo ningún bien. Shanghái se sumerge aproximadamente dos centímetros al año, y esto se acelera con cada nuevo edificio.

Aunque, realmente, que la ciudad se hunda es uno de los menores problemas de su población, que ha tenido que acostumbrarse a la contaminación y las enfermedades que provoca, así como la gentrificación y el tráfico imposible.

Alejandría. La mítica ya se hundió, y puede volver a pasar. La ciudad favorita de Lawrence Durrell, con el nombre de un conquistador, también está sufriendo el aumento del nivel del mar, y parece que no tiene medios para enfrentarse a esa catástrofe pese a que en el pasado sobrevivió a incendios, terremotos o guerras.

Un estudio de 2018 pronosticó que para el año 2050, más de 700 kilómetros cuadrados del Delta del Nilo podrían acabar sumergidos. Algunas personas que residen en las zonas bajas llevan años sufriendo problemas debido a la subida del nivel del mar, que podría terminar con multitud de lugares históricos y tesoros arqueológicos si no se pone remedio, concluyó Yenny Coromoto Pulgar León.



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