Por infodio.com | Opinión
Traducción
Reuters informó días atrás que el Tesoro de EE.UU. había otorgado una licencia a Trinidad y Tobago para desarrollar, administrar y comercializar el gas producido en el Campo Dragón de Venezuela. Se espera que la Compañía Nacional de Gas (NGC) de Trinidad, Petróleos de Venezuela (PDVSA) y Shell se encarguen conjuntamente de los aspectos de desarrollo, producción, operación y comercialización. El pago -por dicho gas- lo haría Trinidad & Tobago a Venezuela en concepto de ayuda humanitaria. La supuesta licencia de dos años, que no se ha hecho pública y no está publicada como es habitual en el sitio web del Tesoro, impone pagos no en efectivo por el acuerdo, dado el régimen de sanciones predominante sobre Venezuela y PDVSA. Este sitio opina que Trinidad no va a poder producir gas en el Campo Dragón de Venezuela en la ventana de tiempo estipulada, de hecho, el presidente Nicolás Maduro ya dijo que tales imposiciones (pagos no monetarios) eran inaceptables.
Más allá del mecanismo de pago que rija el acuerdo, Dragon Field ni siquiera está operativo. Los trabajos iniciales involucraron Aban Pearl, la ahora infame plataforma de perforación que se hundió en 2010 . Desde entonces, PDVSA ha contratado a diferentes partes para adelantar las obras. Los planes de PDVSA con Dragon Field eran principalmente dos: conectarse a la Plataforma Hibiscus (operada por NGC/Shell) y conectarse al Complejo Industrial Gran Mariscal de Ayacucho (CIGMA) en Güiria (Venezuela) para abastecer el mercado interno. El último informe publicado del Comisariado de PDVSA aseguraba que, al 2017, no se habían concluido obras, entre otras cosas por falta de pago a contratistas.
PDVSA no se ve obstaculizada por las sanciones del Tesoro, de verdad. La corrupción y décadas de mala gestión son lo que se interpone en el camino de acuerdos como el anunciado. Tomemos otro ejemplo, la licencia otorgada a Chevron, que está teniendo que consolidar / StS las cargas que llegan en embarcaciones pequeñas que salen del lago de Maracaibo, dada la imposibilidad de que los buques cisterna más grandes naveguen / atraquen directamente en los puertos de carga. Las fuentes informan que Chevron estaba buscando agentes de envío para ayudar con la consolidación en la cercana Aruba.
Otro informe que circula está relacionado con las cantidades de crudo que exporta PDVSA. Este sitio recibe una alimentación regular de alineaciones y no hay nada en los documentos internos de PDVSA que sugiera algún impedimento para las operaciones normales: los mismos viejos operadores dudosos (Badger Trading, Cirrostrati Technology, United Petroleo), más Naftiran Intertrade, Cubametales, Hangzhou Energy y Chevron continúan levantando millones de barriles de crudo como práctica habitual. Además de Cuba y ahora EE. UU., la mayoría de los cargamentos terminan en China a través de Malasia y Singapur. PDVSA simplemente no puede dejar de comerciar con operadores dudosos, la mayoría de los cuales están bajo el control personal y directo de los funcionarios chavistas, porque esos son los únicos que traen dinero y son inmunes a las sanciones del Tesoro. El resto son pagos de deuda, que solo en el caso de Chevron está regulado.
Hablando de United Petroleo, recientemente expuesto en otra operación de ruptura de sanciones del Tesoro que involucró al ex director ejecutivo de PDVSA Luis Giusti y las autoridades de Curazao, levantó 2 millones de barriles de crudo no hace mucho tiempo. Curiosamente, en el acuerdo de Curaçao, United Petroleo se asoció con otra fachada panameña, llamada K-nob Trading, cuyo director resulta ser un exfuncionario de PDV Marina (Argenis González López).
Irán es presentado insistentemente como la solución a los problemas de refinería de Venezuela. Nuevos informes indican que un acuerdo renovado entre Venezuela e Irán traerá de vuelta el Complejo Amuay/Cardón a su plena capacidad operativa. En 100 días. Sin embargo, en los muchos días transcurridos desde el primer anuncio de que los técnicos iraníes y chinos arreglarían las refinerías de PDVSA, no se ha logrado mucho.
PDVSA se encuentra en un estado de abandono casi absoluto. Informar que una licencia aquí o allá va a, de repente, devolver la producción a los niveles anteriores al chavismo no solo es irresponsable, sino ignorante. No hay soluciones rápidas en Venezuela, independientemente de las declaraciones sin fundamento de los políticos en Washington.
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