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Borja Prado, Aznar y Sarkozy asistieron a cena de lujo en Madrid mientras el presidente de Mediaset es investigado por el pago de 3,3 millones de euros al exmandatario francés


A mediados de abril de 2023, las autoridades francesas y luxemburguesas realizaron un registro en las oficinas del fondo de inversión Peninsula Capital, fundado por el presidente de Mediaset España, Borja Prado, en la capital del Gran Ducado. El registro se llevó a cabo luego que Mediapart, infoLibre e Il Fatto Quotidiano, socios en la red EIC (European Investigative Collaborations), revelaran que Peninsula había abonado 3,3 millones de euros al exmandatario francés Nicolas Sarkozy por un supuesto trabajo de asesoría financiera en 2018.

Según informa la revista francesa Marianne, el juez de instrucción Serge Tournaire, que lidera el departamento de delitos financieros del tribunal de París y está a cargo de la investigación penal abierta en 2016 por la concesión del Mundial de Fútbol de 2022 a Catar, ordenó la redada. Así pues, Peninsula y Borja Prado están bajo investigación en el marco del caso penal que inició la Fiscalía Nacional Financiera contra el expresidente Nicolas Sarkozy y el expresidente de la UEFA Michel Platini, de los que se sospecha que recibieron compensaciones económicas de los cataríes. La Oficina Central de Lucha contra la Corrupción y los Delitos Financieros y Fiscales (OCLCIFF) lleva a cabo las pesquisas bajo la supervisión del juez, al que le fue asignado el caso por el fiscal.

Serge Tournaire quiere averiguar si Catar retribuyó a Sarkozy a cambio de su ayuda para obtener el Mundial, lo que constituiría los delitos de corrupción activa y pasiva y blanqueo de capitales, según las leyes francesas. La pista que desencadenó el caso fue un almuerzo en El Elíseo, el 23 de noviembre de 2010, al que acudieron Nicolas Sarzkozy, Michel Platini y el entonces príncipe heredero de Catar, Tamin Ben Hamad Al Thani, que se convirtió en emir tres años después. Platini, que inicialmente se había mostrado contrario a la candidatura catarí, acabó dándole su respaldo. La justicia francesa cree que hubo un intercambio de favores. Nueve días después del almuerzo, Platini votó a favor de Catar en el comité ejecutivo de la FIFA, del que era vicepresidente. Siete meses más tarde, el Paris Saint-Germain pasó a manos del fondo soberano de Catar, Qatar Sports Investments (QSI), que lo compró al fondo estadounidense Colony Capital. Al año siguiente se lanzó en Francia la cadena BeIN Sports, también propiedad del mismo fondo soberano.

Pero lo que ahora le interesa al juez Tournaire son los 3,3 millones de euros que Peninsula Capital pagó a Sarzkozy supuestamente por haber asesorado al fondo de Borja Prado en la venta de NTV, el operador privado de la alta velocidad italiana. Sin embargo, la investigación realizada por Mediapart, infoLibre e Il Fatto Quotidiano plantea dudas sobre el trabajo que realmente hizo el expresidente en la operación, que le reportó a Peninsula una ganancia de 181,5 millones de euros y fue su primer gran éxito financiero. Borja Prado había contratado a Jean Sarkozy, el hijo del expresidente, en marzo de 2017. Desde entonces es su director general, con competencias en Francia y el Benelux.

Poco después, el 29 de junio de 2017, el fondo adquirió por 66 millones de euros el 12,8% de NTV, la empresa italiana que opera trenes de alta velocidad bajo la marca Italo, y en abril de 2018 el fondo de inversión estadounidense Global Infrastructure Partners (GIP) compró todas las acciones de NTV por 1.980 millones de euros. Así pues, en menos de un año, Peninsula se embolsó una plusvalía de 181,5 millones de euros. El dinero llegó en dos plazos, en abril y luego el 31 de julio de 2018. Diez días después, Nicolas Sarkozy recibió 3,15 millones de euros mediante dos transferencias en su cuenta del Edmond de Rothschild de París.

Para justificar el pago, el despacho luxemburgués Van Campen/Liem, asesor de Peninsula, envió una carta al banco: “Desde 2018 Nicolas Sarkozy [...] ha sido asesor principal [senior advisor]de Peninsula Capital II”, la sociedad luxemburguesa que gestionó la operación NTV. La carta añade que a Sarkozy se le remunera mediante una participación en los beneficios y que tras de “la salida de Peninsula Capital de la inversión mantenida en NTV, el asesor principal recibió parte los intereses a los que tiene derecho”.

Sin embargo, como Nicolas Sarkozy había sido contratado en 2018 no podía haber participado en la inversión de NTV realizada en junio 2017. Además al año siguiente el fondo estadounidense que compró la empresa adquirió los títulos de todos los accionistas, no sólo los de Peninsula. Por tanto el fondo no estuvo en primera línea durante la negociación y no tuvo necesidad de que Nicolas Sarkozy defendiera sus intereses, según Infolibre.

Es más los extractos bancarios de Nicolas Sarkozy obtenidos por Mediapart muestran que recibió 152.164 euros adicionales en abril 2019 –lo que suma un total de 3.3 millones euros cobrados por expresidente– a pesar que la operación de NTV se había liquidado un año antes.

Según dos directivos de Peninsula, entre ellos su creador, Borja Prado, el exmandatario no colaboró con el fondo. “Sarkozy no ha sido asesor de Peninsula. Peninsula no ha recurrido a ningún asesor para esta operación ni para ninguna otra porque el fondo tiene un comité de inversiones que se ocupa de examinar las operaciones”, afirmó Prado a EIC en una breve llamada telefónica. “Sarkozy no ha cobrado nada”, insistió.

Pero hay razones para cuestionar esa negativa. Según informó eldiario.es el pasado jueves 11 de mayo, Prado había compartido cena la noche anterior con Nicolas Sarkozy y el expresidente español José María Aznar en el restaurante Horcher de Madrid, uno de los más selectos de la capital española.

Peninsula tiene sedes en Luxemburgo, Londres, Milán y Madrid y se fundó en 2016 para invertir en empresas del sur de Europa, sobre todo en Italia, España y Francia. Tiene una cartera que se estima entre 1.600 y 3.000 millones de euros e incluye una docena de inversiones.

Su fundador y máximo responsable, Borja Prado, es presidente de Mediaset España, filial del imperio televisivo de Silvio Berlusconi, desde marzo del año pasado. Antes, entre 2009 y 2019, estuvo al frente de Endesa, un cargo que compatibilizó hasta 2014 con la dirección para Iberia y Latinoamérica de la italiana Mediobanca. De hecho, para crear Peninsula, se asoció con dos financieros que habían trabajado para ese banco, el italiano Stefano Marsaglia y el español Javier de la Rica. Según informaciones de prensa corroboradas por EIC, el dinero que invierten proviene principalmente del Golfo Pérsico: el trío consiguió primero al poderoso fondo soberano Qatar Investment Authority (QIA), que aportó varios cientos de millones de euros, y después a fondos soberanos y miembros de las familias reales de Emiratos Árabes Unidos y Bahréin.

El encuentro en Madrid de Borja Prado, Aznar y Sarkozy

Borja Prado tiene una relación muy sólida con Aznar y Sarkozy. Cuando el hijo de Manuel Prado y Colón de Carvajal presidía Endesa, la compañía eléctrica contrató como asesor a José María Aznar. A su vez, el exmandatario está vinculado al lobby Atlantic Council, donde trabaja Borja Prado Benítez, el hijo menor del presidente de Mediaset. Tampoco es muy diferente la conexión del esposo de Carla Bruni con el descendiente de Cristóbal Colón. Prado creó en 2015 el fondo Península Capital para gestionar el patrimonio del fondo soberano de Qatar (QIA). Con sede central en Londres, Peninsula tiene como socios o consejeros a, entre otros, el hijo del financiero, Javier Prado, pero también al hijo de Sarkozy, Jean Sarkozy.

El pasado 28 de febrero se supo sobre la mofa que habían hecho del presidente ejecutivo de Mediaset desde el programa de Risto Mejide, emitido en Cuatro, uno de los canales de Mediaset en España. Casi todos los medios recogieron al día siguiente el chiste. El magacín de La Fábrica de Tele mostró la llegada de Borja Prado y su esposa al Teatro Real para asistir al aniversario de Aznar y en Todo Es Mentira se burlaron de su propio presidente aunque luego ese fragmento fue eliminado de la versión grabada en MiTele, el servicio premium de la cadena Berlusconi, según El Economista.

El presidente de Mediaset era uno de los 200 invitados del ex jefe del Gobierno a su fiesta de cumpleaños, y llegaba al auditorio junto a su mujer, Pilar Benítez, y el momento fue captado por las cámaras del espacio producido por los mismos que hacen Sálvame y participada a su vez por Mediaset. "Que alguien le diga al señor que esto no es un velorio", se le oía comentar en tono humorístico al gracioso redactor que puso voz a la pieza al ver a Borja Prado vestido con abrigo negro, camisa y corbata, y con cara más bien seria.

"¡Qué pasó, qué seriedad!", se le entendía decir al reportero (al que solo le faltó reírse) para describir los pasos y la actitud de su propio presidente. La mujer, con abrigo de piel y chaqueta roja, fue retratada también y aparece en el vídeo, pero no fue objeto de chanza por parte del cronista.

No conformes con reírse de su propio presidente en los textos, al vídeo le pusieron de fondo la marcha fúnebre (de Chopin) para acompañar el chascarrillo de que Borja llevaba una cara triste para asistir a una fiesta. No sabían los productores que la marcha fúnebre iba a sonar para ellos apenas dos meses después.

Por entonces, Borja Prado era noticia porque Marta Riesco le mencionó y fue expulsada de las pantallas de Mediaset por su vergonzosa pelea con Cristina Porta en Sálvame. La reportera preguntó en pantalla y en redes sociales qué pensaba Borja Prado de lo que le estaban haciendo. El ex presidente de Endesa llegó a hacerse viral. Días después volvió a los titulares: "Borja Prado da un golpe en la mesa y expulsa de Mediaset a Rocío Carrasco y a toda su familia", rezaba otra noticia de nuevo protagonizada por el sucesor de Paolo Vasile.

Ahora que se habla del giro político de Mediaset, cambiando el programa de "rojos y maricones" de Jorge Javier por Ana Rosa Quintana, ferviente antisanchista, condecorada por Ayuso y Almeida, Borja Prado vuelve a verse con Aznar, el mismo que cumplía años el día que, según Cuatro, el presidente ejecutivo de la cadena llegó con cara de velorio.

Borja Prado y el ex presidente del Gobierno compartieron mesa con el ex presidente de Francia, Nicolás Sarkozy. No fue una cena laboral, según explican en Eldiario.es, que cita fuentes de Mediaset para explicar que fue una cena privada. Pero por muy poco "profesional" que fuera el encuentro, semejantes personajes en torno al mismo mantel, ilustran la mejor foto posible para entender una operación que puede incluir el cambio editorial de Mediaset hacia la derecha para ayudar al PP a llegar a la Moncloa en las legislativas, y la toma de Prisa gracias a la aprobación del nuevo Gobierno conservador y la colaboración de los socios galos que sostienen a El País y la Cadena Ser pero a los que los actuales inquilinos de la Moncloa impiden hacerse con el periódico que dirige Pepa Buena y la emisora más escuchada de España.

Cuando Borja se hizo con la presidencia de la cadena de Berlusconi en España, la cadena explicó en un comunicado que el mejor negociador que tenemos cuando se trata de empresas italianas asumiría "labores de apoyo y colaboración a la línea editorial de los programas informativos", a diferencia de Alejandro Echevarría, su antecesor.



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