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Estados Unidos intensifica búsqueda del empresario venezolano Raúl Gorrín por blanquear más de $1000 y pagar sobornos a extesorera y a su marido


Raúl Gorrín, el dueño de Globovisión y Seguros La Vitalicia, es el objetivo principal de las autoridades estadounidenses que buscan capturarlo por lavado de dinero y sobornos a funcionarios del gobierno de Hugo Chávez.

Así lo anunció la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) en su cuenta de Twitter, donde recordó que Gorrín es uno de los más buscados por ese organismo y que se le acusa de pagar al menos 94 millones de dólares en coimas y de blanquear más de 1.000 millones de dólares.

La búsqueda se intensificó después de que se condenara a 15 años de prisión a Claudia Patricia Díaz Guillén, la exenfermera del fallecido presidente Chávez, y a su esposo, Adrián José Velásquez Figueroa, por los mismos cargos. Según la Fiscalía, Gorrín les habría entregado dinero y bienes como jets, yates, caballos y relojes a cambio de favores en las operaciones de cambio de divisas para el gobierno venezolano.

Gorrín, quien nació en una familia humilde en Caracas en 1968, se convirtió en un poderoso empresario tras comprar una aseguradora en 2008 y el canal informativo Globovisión en 2013. Desde entonces, cambió la línea editorial del medio y se acercó al gobierno de Nicolás Maduro. Actualmente está declarado como fugitivo por Estados Unidos y se desconoce su paradero.

Claudia Patricia Díaz Guillen, quien fue Tesorera Nacional de Venezuela, y su esposo, Adrian José Velásquez, recibieron y lavaron más de 136 millones de dólares que les dio Raúl Gorrín Belisario, un rico empresario venezolano dueño de Globovisión. Así lo informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.


Según ese organismo, Gorrín les pagó para que le permitieran comprar bonos del Tesoro Nacional de Venezuela con un tipo de cambio favorable, lo que le generó enormes ganancias.

El dinero ilícito fue usado por Díaz y Velásquez para adquirir jets privados y yates, y para crear una marca de moda de lujo en el sur de Florida. El Departamento de Justicia dijo que el lavado de dinero involucró cajas de cartón llenas de efectivo, empresas fantasmas en paraísos fiscales y cuentas bancarias en Suiza.

El Fiscal Federal del Distrito Sur de Florida, Markenzy Lapointe, dijo que las sentencias contra Díaz y Velásquez son una muestra del compromiso de Estados Unidos con combatir el blanqueo de capitales por parte de funcionarios extranjeros corruptos.

La condena fue impuesta por el juez federal William Dimitrouleas en una audiencia en Miami, después de que un jurado declarara culpables a Díaz y Velásquez de cinco de los seis cargos que enfrentaban desde 2020. La Fiscalía había solicitado más de 23 años de prisión para Díaz y más de 19 para Velásquez, mientras que la defensa de la exenfermera de Chávez pedía una pena similar a la que habría recibido en Venezuela, de hasta cuatro años.

El agente especial interino a cargo Michael E. Buckley de la Oficina de Campo de Miami de Investigaciones de Seguridad Nacional expresó que las sentencias demuestran que quienes usan sus posiciones de confianza para lavar fondos ilícitos a través de los sistemas financieros de Estados Unidos tendrán que rendir cuentas. La Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional también destacó el mensaje de Buckley en su cuenta de Twitter.

El juez les ordenó además devolver 136 millones de dólares en bienes y dinero que habrían obtenido con los sobornos y pagar una multa de 75.000 dólares cada uno, según una petición de la Fiscalía.

El juez dijo que los acusados habían cambiado radicalmente su vida al pasar de ser personas de clase media a tener jets privados, yates y viajes de lujo. "Ganaron mucho dinero", afirmó.

Díaz y su esposo se presentaron en la audiencia con uniforme de presos y auriculares para escuchar la traducción al castellano. Solo respondieron con un "sí" o "no" a las preguntas del juez y no hicieron ningún comentario.

Al finalizar la audiencia, salieron de la sala esposados y con grilletes, mirando al suelo. Sus abogados defensores dijeron que apelarán la sentencia.



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