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Espías italianos e israelíes y esposa del capitán mueren en Italia tras naufragio de embarcación en el Lago Maggiore


El pasado domingo 28 de mayo, una tragedia sacudió las aguas del Lago Maggiore, el segundo lago más grande de Italia y el más grande del sur de Suiza. Una embarcación turística, que transportaba a 23 personas, volcó cerca de la localidad de Lisanza, en la provincia de Varese, debido a una fuerte tormenta que sorprendió a los navegantes. Cuatro personas perdieron la vida y otras 19 lograron sobrevivir. Pero lo que parecía un simple accidente se convirtió en un misterio cuando se supo que la mayoría de los pasajeros eran agentes secretos de Italia e Israel.

Según los medios italianos, los ocupantes del barco eran 13 ciudadanos israelíes y 8 italianos, todos ellos vinculados a los servicios de inteligencia de sus respectivos países, además del patrón y su acompañante. Los fallecidos son dos espías italianos, Claudio Alonzi y Tiziana Barboni, un agente jubilado del Mossad israelí, Shimoni Erez, y la esposa del dueño de la embarcación, Anya Bozhkova, de nacionalidad rusa.

La versión oficial es que se trataba de un viaje privado para celebrar el cumpleaños de uno de los miembros del grupo. Sin embargo, otras fuentes apuntan a que se trataba de una reunión clandestina para intercambiar documentos e información sensible entre los agentes italianos e israelíes. Al parecer, los israelíes habían perdido el avión de regreso a su país y decidieron prolongar su estancia en Lombardía durante el fin de semana. Así, aprovecharon la amistad con el patrón del barco para realizar un paseo por el lago.

El barco en cuestión era una house boat, una casa flotante de unos 16 metros de eslora, construida en Holanda en 1982. El vehículo tenía capacidad para 15 personas como máximo, pero había 8 más a bordo. Además, nadie hizo caso de las previsiones meteorológicas que anunciaban un empeoramiento progresivo del tiempo, con rachas de viento de entre 70 y 90 kilómetros por hora. El barco naufragó sobre las 19:30 horas y se hundió a una profundidad de 16 metros.

La mayoría de los supervivientes consiguió llegar a la orilla nadando o fueron rescatados por otras embarcaciones que se encontraban en la zona. Sin embargo, lo extraño es que 18 de los 19 pasajeros que habían sobrevivido se marcharon inmediatamente del lugar. Los diez israelíes supervivientes fueron repatriados rápidamente en un vuelo militar con destino a Tel Aviv. Los espías italianos también abandonaron sus alojamientos sin dejar rastro.

La zona del naufragio fue acordonada por los carabinieri, que no permitieron que nadie se acercara a los puntos donde se concentraban las fuerzas de rescate. Tampoco se dejó hablar con las personas que habían llegado a la orilla a los periodistas presentes.

Las autopsias revelarán las causas de las muertes y si alguna de las víctimas quedó atrapada en el casco. Mientras tanto, el martes 30 de junio se reanudaron las operaciones para sacar a la superficie los restos de la embarcación. Los investigadores se centran en los motivos del accidente y en la causa por la que no volvieron a la orilla al avecinarse el temporal.

El patrón del barco, Claudio Carminati, podría enfrentarse a graves cargos por superar el aforo y haber dirigido la expedición pese al aviso de malas condiciones meteorológicas. La Fiscalía podría acusarlo de catástrofe culposa.

Además, deberá evaluarse la posibilidad de secretos reales o presuntos vinculados a las misiones del Mossad en Lombardía, con la reconstrucción de los días previos al viaje. La investigación no se presenta nada fácil y plantea muchas preguntas sobre lo que realmente ocurrió en el Lago Maggiore.

El Lago Maggiore es un lago alpino del norte de Italia y el sur de Suiza, que se extiende por 64 kilómetros entre Locarno y Arona. Es el segundo lago italiano por extensión, después del Lago de Garda, y el más grande del sur de Suiza. El lago y sus orillas se dividen entre las regiones italianas de Piamonte y Lombardía y el cantón suizo del Tesino. El lago tiene un clima húmedo subtropical, con una vegetación mediterránea y muchos jardines que albergan plantas raras y exóticas. Entre los más conocidos están los de las islas Borromeas y las islas de Brissago, la Villa Taranto en Verbania y el Jardín Botánico Alpino sobre Stresa.

El barco siniestrado era propiedad de la empresa Love Lake srl, creada el pasado 5 de abril por el matrimonio formado por Claudio Carminati y Anya Bozhkova. La empresa se dedicaba a la organización de excursiones, al alojamiento en barcos y a la gestión de hoteles e instalaciones no hoteleras. La embarcación era una casa flotante que el matrimonio había comprado en Holanda y que alquilaban a los turistas. El barco tenía una eslora de 15 metros y podía alojar a un máximo de 15 personas. Sin embargo, el día del naufragio había 23 personas a bordo, lo que podría haber dificultado la maniobrabilidad del vehículo.

Los agentes secretos italianos e israelíes que viajaban en el barco tenían diferentes perfiles y roles. Los italianos pertenecían al AISE (Agencia de Información y Seguridad Exterior), el servicio secreto italiano que se ocupa de las actividades de espionaje fuera del país. Los israelíes eran miembros o ex miembros del Mossad, el servicio de inteligencia israelí responsable de la recopilación de información, las operaciones encubiertas y la lucha contra el terrorismo. Según algunas fuentes, los agentes se habían reunido para intercambiar documentos e información sobre temas sensibles relacionados con Oriente Medio.

La tragedia ha causado conmoción y dolor entre los familiares y amigos de las víctimas. Los dos agentes italianos fallecidos, Claudio Alonzi y Tiziana Barboni, eran padres de familia y tenían una larga trayectoria profesional en el servicio secreto. El agente israelí muerto, Shimoni Erez, era un ex miembro de las fuerzas de seguridad israelíes que había trabajado en varias misiones en el extranjero. La esposa del patrón del barco, Anya Bozhkova, era una mujer rusa que había llegado a Italia con un permiso de residencia ilimitado y que vivía con su marido en la embarcación. Los familiares han expresado su pesar por la pérdida de sus seres queridos y han pedido respeto a su intimidad.

La investigación sobre el naufragio está siendo llevada a cabo por la Fiscalía de Busto Arsizio y los carabinieri de Varese, que están tratando de esclarecer las causas del accidente y las circunstancias que rodearon la reunión secreta de los espías. La investigación se enfrenta a varios obstáculos, como el secreto profesional de los agentes, la falta de testimonios directos y la posible implicación de intereses internacionales. La Fiscalía podría solicitar la colaboración de las autoridades suizas e israelíes para obtener más información sobre los pasajeros del barco y sus actividades previas al viaje.



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