Por Martha Villanueva | Opinión
Al decir de uno de los más grandes poetas y maestros literatos, del cual soy discípula y fiel admiradora, como lo es Gustavo Pereira, sería bueno recordar una frase de uno de sus mejores poemas: "Hay tiempos para tender la mano y hay tiempos para golpear". Un amigo confidente nos envía una información, que por el contenido de la misma, más bien pareciera una novela de intriga, amor y traición, relacionada en Venezuela con el alcalde de Puerto La Cruz, Nelson Moreno, y uno de sus colaboradores más cercanos, hoy caído en desgracia, víctima de la indiferencia del mandatario municipal y su falta de solidaridad y agradecimiento para con él.
Se trata de Fernando Martínez, conocido cariñosamente como "El Gordo" Fernando, desde su época de estudiante junto a Moreno en la UDO.
Estas han sido las palabras del confidente: “Recientemente "El Gordo" Fernando fue víctima de la humillación y señalamiento más vergonzante que un hermano de la vida, (como lo era el compañero y camarada Nelson "Panterita" Moreno) pudo infligirle en toda su trayectoria de funcionario público y hombre probo y honesto, de lo cual doy fe plenamente y vaya mi solidaridad y respeto ante tal aberrante señalamiento, la cual expondré a continuación.
En días recientes durante una reunión con su gabinete ejecutivo, el Alcalde Nelson Moreno, presuntamente acusó al director de Catastro para ese momento, Fernando Martínez, de ser un ladrón, ya que al parecer, había negociado la emisión de unas fichas catastrales, sin el consentimiento suyo o de la jefa del gabinete y superintendente de tributos ( ¿una especie de vicealcaldesa? ) de Nombre Maryuri Hernández (según nos aclaran es una de las actuales parejas del alcalde), lo cual causó mayúscula indignación en "El Gordo" Fernando, ripostando ante todos los presentes que él no tenía nada de qué avergonzarse, puesto que no había cometido delito alguno, y que si de ladrones se trataba entonces deberíamos referirnos al más grande de todos ellos, usted mismo, junto a todos sus familiares, lo cual para nadie es un secreto, y que sería bueno aprovechara el escenario para aclararle a los presentes porque se le pagaban obras no ejecutadas a su sobrino, y porque tiene el monopolio de las contrataciones con la alcaldía, esto es lo que debería aclarar "señor alcalde", y por lo que a mí respecta le pongo el cargo a la orden, y acto seguido abandonó el salón”.
Dice nuestra fuente que “El Camarada” Moreno debe siempre tener en cuenta que él resultó electo en el año 2.000 gracias a una audaz jugada de “El Gordo” Fernando en la ciudad de Caracas para que le dieran la candidatura, jugada de la cual hablará en su debido momento, si el alcalde continúa en su plan de humillación y vejámenes en contra de sus antiguos compañeros.
Termina su comunicación nuestra fuente, recordándole a su amigo y camarada Fernando que continúe con su conciencia tranquila, que todo en esta vida se paga y los que a hierro matan no pueden morir a sombrerazos.
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