El presidente Gustavo Petro viajó a Francia para reunirse con su homólogo Emmanuel Macron, pero lo que debía ser una visita de dos días se convirtió en un enigma que dejó a la prensa colombiana en la incertidumbre y el desamparo.
Un vuelo cancelado y una reunión frustrada
El viernes 23 de junio, el mandatario colombiano tenía previsto regresar a su país a las 11:00 p.m., después de haberse reunido con Macron y otros líderes europeos. Sin embargo, canceló su vuelo para tener un encuentro con los directivos de Dassault Aviation, una empresa francesa que aspira a venderle aviones de combate a Colombia.
Pero la reunión con Dassault tampoco se realizó y Petro terminó quedándose en Francia hasta el domingo 25, sin que se supiera qué hizo durante ese tiempo ni con quién se reunió. Tampoco se sabe si habló con Macron sobre la compra de los aviones Rafale, que son los que ofrece Dassault y que requieren de un Conpes para su adquisición, según un reporte de Infobae.
La odisea de los periodistas
La cancelación del vuelo presidencial afectó también a los periodistas que acompañaban la comitiva, quienes se vieron obligados a buscar alojamiento y comida por su cuenta, sin recibir ninguna información ni ayuda de la Casa Militar. Según denunció el director de La FM, Luis Carlos Vélez, algunos durmieron en colchones en la casa de la embajada y otros consiguieron reservaciones en hoteles.
Además, los periodistas no tenían sus maletas, que estaban bajo custodia de la Casa Militar, por lo que tuvieron que esperar en una acera frente a la embajada colombiana para saber qué iba a pasar con su regreso. En ese momento, según Vélez, la ministra de Ambiente, Susana Muhammad, pasó por delante de ellos y les dijo "parecen venecos", en una actitud despectiva hacia los comunicadores y los inmigrantes venezolanos en Colombia.
Vélez afirmó que su denuncia se basa en testimonios de varios periodistas que prefirieron no ser citados por temor a represalias. También dijo que al día siguiente, el sábado 24, nadie sabía dónde estaba el presidente ni cuándo saldrían del país. Incluso, aseguró que miembros de la Casa Militar dijeron: "se nos volvió a perder".
La puja por los aviones
La reunión fallida con Dassault Aviation hace parte del proceso de compra y modernización de la flota de la Fuerza Aérea Colombiana, que anunció Petro hace unos meses como una forma de garantizar la soberanía nacional. La empresa francesa es una de las interesadas en ofrecer sus aviones Rafale, pero no es la única. También hay ofertas de Suecia, Estados Unidos y España.
El Gobierno ha dicho que la adjudicación de la compra se hará posiblemente hasta el final del mandato de Petro, y que se tendrá en cuenta el mejor precio y las mejores condiciones técnicas. Sin embargo, el Conpes que autorizaba la compra de los Rafale se venció a comienzos de 2023, lo que podría complicar las negociaciones con Francia.
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