La noticia del brutal asesinato y desmembramiento del colombiano Edwin Arrieta en Tailandia, cometido por Daniel Sancho, hijo y nieto de los famosos actores Rodolfo Sancho y Sancho Gracia, respectivamente, ha generado una fuerte controversia en España por la forma en que algunos medios de comunicación han abordado el caso.
A pesar de que Sancho confesó el crimen ante las autoridades tailandesas, muchos medios han optado por presentarlo con una imagen favorable, especialmente a través de las fotos que han acompañado las noticias: posando sin camiseta, luciendo su cuerpo musculoso y bronceado, con el cabello húmedo y ondulado, como si acabara de salir de un baño refrescante.
Un homicida convertido en víctima
Algunos medios españoles, sobre todo los dedicados al mundo del corazón, han tratado al asesino confeso como si fuera una víctima de las circunstancias, intentando explicar los motivos que lo habrían impulsado a cometer el crimen y mostrando compasión por su situación actual, ya que se encuentra recluido en una prisión asiática y sus padres han expresado el profundo dolor que sienten por lo ocurrido.
Si bien este último aspecto es comprensible, llama la atención el contraste entre la extensa cobertura a la ‘tragedia familiar’ y la escasa atención que se ha prestado a los familiares y amigos de la víctima.
Los lectores españoles han podido leer titulares como ‘Daniel Sancho: todas las imágenes de su vida, ahora truncada’, de la revista Lecturas, como si el joven, de 29 años, hubiera sufrido un infortunio inesperado; o ‘Daniel Sancho: recordamos su entrevista más personal y reveladora’, de la revista ¡Hola!, según un reporte de ActualidadRT.
De esta manera, parece que el enfoque informativo ha estado orientado a proteger la imagen de un victimario, por pertenecer a una familia conocida y por su condición de hombre blanco, joven, guapo y de clase alta.
Un doble rasero mediático
Este tratamiento contrasta con el que han recibido en España otros acusados, confesos o no, de asesinatos recientes y también mediáticos, como el caso de Julia Quezada, que mató al hijo de su pareja, o de ‘El Chicle’, condenado por asesinar a la joven de 17 años Diana Quer. Así, muchas personas se cuestionan cómo habría sido el tratamiento mediático si el perfil de Sancho hubiese sido otro.
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