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Los detalles de la operación de Hamás que sorprendió a Israel


El pasado sábado 7 de octubre, Israel sufrió uno de los ataques más audaces y devastadores de su historia. Centenares de milicianos de Hamás y otros grupos palestinos se infiltraron en su territorio desde la Franja de Gaza, asaltando puestos militares y ciudades del sur del país. El saldo ha sido de más de 900 muertos, entre civiles y soldados, y cientos de rehenes llevados a Gaza. Tres días después, el Ejército israelí aún no ha logrado recuperar el control total de la zona.


Una simulación y un engaño

¿Cómo fue posible que Hamás ejecutara una operación tan compleja y exitosa? Según fuentes del grupo islamista consultadas por la agencia Reuters, la clave estuvo en dos elementos: la simulación y el engaño. Por un lado, Hamás construyó una réplica de un asentamiento israelí en Gaza, donde entrenó a sus combatientes para preparar el asalto. En vídeos publicados por las cadenas de Hamás se puede ver cómo los milicianos practicaban cómo atacar puestos militares, casas y vehículos. Por otro lado, Hamás engañó a los servicios de inteligencia israelíes, haciéndoles creer que no tenía intención de iniciar una escalada de violencia, sino que se centraba en resolver la crisis económica en Gaza. "Hamás utilizó tácticas de inteligencia sin precedentes para engañar a Israel durante los últimos meses, dando la impresión pública de que no estaba dispuesto a entrar en una lucha o enfrentamiento con Israel mientras se preparaba para esta operación masiva", dijo una fuente a Reuters.


Un ataque por tierra y aire

La operación comenzó al amanecer del sábado, cuando los milicianos palestinos bombardearon las torres de observación y sistemas de comunicación israelíes en el área más cercana a la frontera con Gaza. Para ello, utilizaron drones comerciales que lanzaban explosivos sobre estos objetivos clave. En vídeos difundidos por el canal Al Aqsa, de Hamás, se puede ver cómo las torres quedaban inutilizadas por las detonaciones.


A continuación, Hamás lanzó una lluvia de cohetes desde Gaza contra casi todo el territorio israelí, alcanzando ciudades tan lejanas como Tel Aviv, Jerusalén o Ashkelon. Según Hamás, se dispararon más de 5.000 cohetes, mientras que Israel afirma que fueron 2.500. Esta estrategia buscaba sobrepasar y encontrar los fallos en el sistema de defensa antiaérea Cúpula de Hierro, que suele interceptar la mayoría de los proyectiles, según un reporte de El Confidencial.

Pero el verdadero objetivo del ataque con cohetes era servir como distracción y cobertura para la infiltración masiva de milicianos en Israel. Algunos de ellos utilizaron ala-deltas para sobrevolar la verja que rodea Gaza, compuesta por vallas electrificadas, muros de cemento, sensores y torres de vigilancia. Otros usaron explosivos para abrir brechas en el muro y entrar con motocicletas, camiones o a pie. Los agujeros creados por los explosivos fueron ampliados después por bulldozers.

Un asalto planificado

Israel reconoció que se había producido una infiltración hacia las 7:40 hora local, pero para entonces los milicianos ya habían avanzado varios kilómetros dentro del país. Los combatientes salieron de Gaza en todas direcciones, atacando instalaciones militares y localidades cercanas a la frontera. La ciudad más alejada que alcanzaron fue Ofakim, situada a 22,5 km al este de Gaza.


El asalto no fue caótico, sino cuidadosamente planificado. Los milicianos sabían qué hacer gracias a sus entrenamientos previos en la simulación de Gaza. Algunos iban vestidos con uniformes similares a los del Ejército israelí (IDF), lo que les permitió confundir a sus enemigos. Otros usaron drones comerciales para lanzar explosivos sobre soldados israelíes desprevenidos.


Según el Ejército israelí, los milicianos atacaron al menos 27 localidades y tres instalaciones militares en la frontera: el paso de Beit Hanoon, la base de Zikim y el cuartel general de la división de Gaza en Reim. En esta última, bloquearon las comunicaciones del personal, impidiendo que pidieran refuerzos. En las ciudades, los combatientes primero atacaron los puestos de policía y luego avanzaron entre las casas, buscando civiles que secuestraron y trasladaron a Gaza. Para cuando Israel pudo reaccionar, en los sótanos de Gaza ya había centenares de rehenes.



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