El acuerdo propuesto por un empresario emiratí para convertirse en copropietario de un club de fútbol israelí está en juego después de que la liga planteó preguntas sobre su patrimonio neto e inversiones.
Según un reporte de Ben Bartenstein para Bloomberg, el jeque Hamad bin Khalifa Al Nahyan, miembro de la familia gobernante de Abu Dhabi, está intentando comprar una participación del 50% en Beitar Jerusalem, un seis veces campeón de la liga que cuenta con el primer ministro Benjamin Netanyahu entre sus partidarios . Sería el acuerdo de propiedad de más alto perfil para un inversionista árabe en el país, lo que subraya un calentamiento diplomático entre las dos naciones.
El acuerdo está pendiente de la aprobación de la liga y puede ser echado a pique después de que una auditoría de Megiddo Financial Intelligence, con sede en Tel Aviv, destacara que uno de los mayores activos de Sheikh Hamad es la deuda en default de Venezuela, según personas familiarizadas con el asunto, que solicitaron el anonimato ya que los detalles son privados.
La Asociación de Fútbol de Israel tiene información que indica que más del 90% del patrimonio neto declarado de $ 1.6 mil millones de Al Nahyan está vinculado a sus tenencias de bonos de la nación sudamericana, dijeron las personas. Los funcionarios de la liga han estado deliberando sobre el asunto durante más de un mes, dijeron.
Un representante de la oficina privada HBK de Sheikh Hamad en Dubai se negó a comentar sobre sus inversiones, patrimonio neto o el proceso de auditoría. Un funcionario de Megiddo se negó a comentar sobre los procedimientos.
Shlomi Barzel, un portavoz de IFA, dijo que una auditoría es estándar con cualquier cambio de propiedad propuesto. La asociación todavía tiene preocupaciones sobre las finanzas de Sheikh Hamad y le dio a Beitar una extensión de tres semanas para responder a sus preguntas, dijo. La fecha límite del club vencería el martes.
Venezuela y su compañía petrolera estatal detuvieron los pagos de unos 60.000 millones de dólares en bonos durante los últimos años. Los valores se han deslizado a solo centavos por dólar en medio de una crisis económica implacable y la escalada de sanciones. La IFA quiere entender si el patrimonio neto de Al Nahyan se basa en el valor nominal o en el valor de mercado de la deuda, dijeron las personas.
Como emiratí, Sheikh Hamad no está sujeto a las restricciones estadounidenses sobre los bonos.
Los funcionarios de la IFA también están investigando docenas de empresas registradas bajo el nombre de Sheikh Hamad como parte de su típica diligencia debida, dijeron las personas. La liga también está revisando sus propiedades y otras inversiones, agregaron.
Beitar podría ser una opción poco probable para un inversor árabe. El club ha tenido una política de prohibir a los jugadores sobre la base de su origen étnico, mientras que los fanáticos han ganado notoriedad por los cánticos racistas, los cuales fueron reconocidos en una conferencia de prensa en diciembre. La propuesta de Al Nahyan reflejaría un deshielo de las tensiones en Oriente Medio después de que los Acuerdos de Abraham del año pasado allanaran el camino para ampliar los lazos comerciales entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos.
En la conferencia de prensa de diciembre para marcar su oferta de propiedad, Sheikh Hamad dijo que "la puerta está abierta" para que el equipo firme jugadores árabes, lo que convertiría al Beitar en el último club en la IFA en integrarse. Su socio israelí, el empresario tecnológico Moshe Hogeg, dijo que no se toleraría el racismo entre los fanáticos.
La familia Al Nahyan ya es un nombre familiar en el mundo del fútbol. El jeque Mansour bin Zayed bin Al Nahyan, viceprimer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, asumió el control del club de fútbol de la Premier League inglesa Manchester City en 2008. Su grupo empresarial también es propietario de New York City FC y Melbourne City FC. El hermano de Sheikh Mansour, el príncipe heredero Mohammed bin Zayed Al Nahyan, es el líder de facto de los EAU.
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