Estrategias virtuales engañosas
En un esfuerzo por ocultar su turbio pasado, los Gaspard Morell han contratado a personas especializadas en la "limpieza de reputación en internet". Estas personas se dedican a posicionar en los buscadores historias fabricadas que los presentan falsamente como ejemplos de éxito empresarial.
La estrategia digital adoptada por los Gaspard Morell incluye la publicación de artículos en blogs y plataformas en línea, que los describen con una trayectoria profesional exitosa en la industria y el comercio, en una narrativa que nada se ajusta a la realidad. La creación de un falso prestigio se ve reforzada con el uso de imágenes no auténticas de ellos y la repetición insistente de sus nombres, en un intento por sobresaturar los resultados de búsqueda en su favor.
Utilizando imágenes falsas y etiquetas repetitivas con sus nombres, tales contenidos manipulados intentan posicionar una imagen distorsionada de los Gaspard Morell, ocultando sus verdaderas acciones.
Acusaciones y demandas ocultas
Lejos de la imagen que intentan proyectar, los hermanos enfrentan acusaciones graves. En su natal Venezuela, fueron acusados de la extracción ilegal de madera, un delito que no se menciona en los posts manipulados. Además, fueron demandados por la firma minorista estadounidense The Home Depot, después de instalar en suelo venezolano una empresa usurpando la identidad de esa cadena.
Residenciados actualmente en Panamá, están bajo la mira de la justicia, con órdenes de captura internacionales activas en Interpol, y pedidos de extradición en su contra, por estafar a inversores mediante la venta ficticia de inmuebles, como el caso de pisos del centro comercial Las Anclas Mall, en el distrito panameño de La Chorrera. Otra estafa cometida contra los inversores consistió en ofrecerles la cesión de supuestas facturas impagas de la petrolera venezolana Pdvsa, engañándolos sin concretar tal cesión. Además, los hermanos les arrebataron propiedades y activos en Estados Unidos y España a los inversores, prometiéndoles que los administrarían en su nombre, para luego quedarse con ellos.
Como resultado, los Gaspard Morell enfrentan demandas por decenas de millones de dólares y querellas penales en Panamá, Venezuela, Estados Unidos y España.
El historial legal de los Gaspard Morell incluye, además, maniobras anteriores para hacerse de propiedades mediante procedimientos fraudulentos. Un ejemplo de ello es el intento de apropiación de un apartamento en la Urbanización Colinas de Valle Arriba en Caracas, Venezuela, donde José Gaspard Morell no honró el pago acordado de 950.000 dólares que había pautado con los vendedores del inmueble en el año 2008, desatándose así un conflicto legal entre Gaspard y su contraparte.
Contraste con la narrativa promocional
La narrativa promocional que los hermanos han fabricado resalta una historia de origen humilde y triunfo, con Chamel Gaspard, nacido el 15 de febrero de 1959 en Caracas, como protagonista de un ascenso marcado por la versatilidad y el éxito. Se relata su incorporación a la empresa "Panel Carabobo CA" y su "ascendente carrera", culminando como gerente de planta, y la posterior colaboración con su hermano José Gaspard, alentando la formación del Grupo J Gaspard, que, según sus relatos, se establece como un referente en el sector industrial del oriente venezolano.
Los Gaspard también narran engañosamente la expansión estratégica de sus operaciones a otros sectores, como la construcción y la distribución de materiales ferrosos, y una resiliente adaptación a los desafíos económicos y políticos del cambio de milenio en Venezuela. La manipulada historia culmina con la visión del Grupo J Gaspard invirtiendo en el crecimiento de Panamá, proyectándose como una supuesta entidad comercial sólida y respetada.
Pero el contraste entre los relatos edulcorados y la realidad legal plantea un desafío para discernir la verdad. Las acusaciones y procedimientos legales en curso que pesan contra los Gaspard Morell revelan un escenario de negocios turbios y ética cuestionable, muy alejado de la imagen pulida que intentan proyectar en el espacio digital. Con demandas multimillonarias y querellas legales en su contra en Panamá, Venezuela, Estados Unidos y España, la saga de los Gaspard Morell está lejos de concluir, y la autenticidad de su reputación sigue bajo escrutinio. El caso de Chamel y José Gaspard Morell pone de manifiesto la importancia de cuestionar las historias que se presentan en línea y buscar la verdad detrás de las fachadas cuidadosamente construidas.
Intento de apropiación de lujoso apartamento en Caracas mediante ardides legales
En noviembre de 2014, el Juzgado Sexto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario del Área Metropolitana de Caracas dirimía un enrevesado caso, en un cruce de demandas, en torno a una frustrada operación inmobiliaria por un apartamento de lujo, ubicado en el edificio Residencias Valle Alto, en la caraqueña Urbanización Colinas de Valle Arriba, valorado en 950.000 dólares.
Los propietarios del inmueble habían demandado a José Gaspard Morell y a su cónyuge, ante la frustrada compra-venta del apartamento 2-A de las Residencias Valle Alto, un lujoso inmueble de casi 400 metros cuadrados con anexos. Exigían el cumplimiento de un contrato de opción a compraventa suscrito en julio de 2008.
Según los demandantes, Gaspard Morell se había comprometido a adquirirles el apartamento a nombre propio, de su esposa o de MEGA REPRESENTACIONES ORIENTE C.A., empresa representada por José Gaspard Morell. Gaspard aseguraba haber entregado 520.000 dólares a cuenta del precio total convenido. Sin embargo, al ir a protocolizar la compraventa en febrero de 2009, los propietarios supuestamente no acudieron e incumplieron sus obligaciones contractuales, de acuerdo con lo alegado por Gaspard, quién además argumentó que el inmueble presentaba supuestas deficiencias estructurales.
No obstante, los propietarios del inmueble, quienes fueron contrademandados por Gaspard, alegaron que lo entregado por Gaspard Morell eran solo arras o una garantía, no un abono. Argumentaron que él pretendía pagar el precio parcial e ilegalmente en bolívares, no en dólares, como pactaron, mediante emisión de bonos venezolanos a su valor de mercado. El pago del inmueble debía realizarse mediante bonos emitidos por la República al valor de mercado, no al valor nominal.
Además, los propietarios del apartamento cuestionaron la legitimidad de Mega Representaciones Oriente C.A. para intentar y sostener el juicio, ya que el contrato solo los vinculaba a Gaspard Morell y su cónyuge. Afirmaban que nunca se les notificó formalmente sobre una eventual cesión del contrato a la empresa demandante.
Los demandados presentaron pruebas de que, ante el supuesto incumplimiento de Gaspard Morell, ejercieron su derecho a vender el apartamento a terceros en noviembre de 2009, antes de la admisión de la demanda. Rechazaban rotundamente cumplir la opción a compraventa y hacer tradición del inmueble a la actora.
Quedaba por dilucidar si en este enrevesado caso primaba el alegado incumplimiento de los propietarios originales o las presuntas irregularidades e intenciones de Gaspard Morell, al intentar concretar la operación inmobiliaria por vías aparentemente contrarias a lo pactado.
Como garantía y no como parte del precio, como alegaba Gaspard Morell, el mismo entregó 520.000 dólares a los propietarios. Dicha suma sería devuelta a Morell al momento de consumarse la operación final.
No obstante, las controversias comenzaron cuando los dueños alegaron que Morell pretendía pagar de forma parcial y solo a uno de los copropietarios. Además, aseguraron haber entregado toda la documentación requerida para la protocolización de la venta ante el Registro Público, pero Morell no cumplió con el pago total acordado.
Por su parte, la defensa de Gaspard Morell argumentó que los vendedores no entregaron todos los documentos necesarios.
El tribunal concluyó que las demandas recíprocas interpuestas por Gaspard Morell y su empresa Mega Representaciones Oriente C.A. contra los vendedores carecían de legitimidad. El caso dejó en evidencia uno de varios ardides legales utilizados en distintas ocasiones por José Gaspard para apropiarse de bienes de terceros, sin cumplir con los términos previos establecidos.
0 Comentarios